22 jul 2013

Tulio Febres Cordero y la radical Mucu

(A 75 años de la muerte del escritor merideño).
Por  Rubén Alexis Hernández A.



En los Andes venezolanos, y específicamente en el estado Mérida, hacer referencia a Tulio Febres Cordero es hacer referencia de andinidad. Y es que este personaje, uno de los principales escritores de finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX en Mérida, ha sido bien conocido por identificarse como merideño tradicionalista de pura cepa y por ser de los pocos en estudiar a Mérida en un contexto polifacético. Entre otras cosas, Febres Cordero se interesó por la lingüística indígena, dentro de la que destaca su abordaje de la nomenclatura geográfica como herramienta efectiva para el estudio de las antiguas lenguas merideñas. 

En el presente escrito queremos destacar el interés del merideño por la radical (raíz lingüística) Mucu, presente en numerosos topónimos de Mérida: Mucurubá, Mucuchíes, Mucutuy, Mucujepe, Mucuchachí (centros poblados), Mucubají (laguna), Mucujún (río), Mucupiche (páramo), entre otros. Considérese, en primer lugar, que Febres Cordero al notar la abundancia de onomásticos contentivos de Mucu, elaboró una lista con más de 100 nombres de “pueblos, ríos, territorios, quebradas, alturas, lomas, cañadas y sitios determinados” (“Procedencia y lengua de los Aborígenes de los Andes venezolanos”, p.38), e hizo referencia a un área etnolingüística caracterizada por el predominio de dicha raíz. A partir de aquí el escritor andino abordó diversos aspectos de la radical en cuestión, particularmente su morfología y su significado. 
 
 En primer lugar Febres Cordero advertía que Mucu sólo era una forma aproximada de plasmar, por medio de la escritura, una voz indígena bien común desde el periodo prehispánico. En este sentido tanto la radical Mucu como otras tantas voces indígenas transcritas por los colonizadores, sufrieron, de acuerdo a Febres Cordero, un proceso continuo de “corrupción” lingüística, como consecuencia, en gran medida, de la variopinta percepción fonética por parte de los escribanos. Tengamos en cuenta que nuestros indígenas no manejaron la escritura tal como la conocemos, siendo fundamental el lenguaje oral para la transmisión del pensamiento: “Uno de los escollos de la recolección de voces entre los indios (...), está en la corrupción de su lenguaje por la mezcla con el español, ora sea porque adulteren el indígena, introduciendo en él elementos fonéticos de Castilla, ora porque alteren los vocablos castellanos hasta el grado de hacerlos aparecer como indígenas (...)” (“Procedencia y lengua…, p. 23). 

En el caso de la raíz Mucu, Febres Cordero apuntaba que también pudo haber sido transcrita como Moco, Muca, Moque, Moca, entre otras grafías con un sentido fonético similar o muy parecido, al menos para el escritor. De manera que en este apartado el merideño incluía a nombres geográficos de Mérida como Mocomboco, Mocoguay, Mocochopo, Moconoque, Mocotíes, Mocotoné, Mocao, Mocaquetá, Moquey y Moqueo, algunos de ellos ya referenciados durante el periodo colonial, y vigentes en el presente socioterritorial andino. 

En cuanto al significado de Mucu el escritor merideño, apoyándose en los planteamientos de antecesores como el zuliano José Ignacio Lares, y en un poco de imaginación propia de novelistas y cuentistas, llegó a una conclusión un poco contradictoria y por tanto lejos de ser concreta, cuando señaló que desconocía el significado exacto del término a la vez que aseguró describía un sitio o lugar cualquiera, tal como puede verse a continuación: “ (...) dicho también moco, voz muy común al principio de las voces territoriales en torno de las Sierras Nevadas de Mérida principalmente (...) A la verdad, no podemos aseverar qué significa aisladamente mucu (...) Es indudable que tal raíz expresa la idea de sitio o lugar (...)” (“Procedencia y lengua de los Aborígenes…”, pp. 31-32). 

Curioso resulta que en nuestros días numerosos merideños creen efectivamente que Mucu significa lugar o sitio, a pesar de las dudas que al respecto expresó el mismo Tulio Febres. En este orden de ideas pensamos que también es importante tener en consideración los planteamientos que sobre la raíz Mucu han sido expuestos por otros estudiosos del pasado indígena en Mérida, valiosos de una u otra manera. Y aún así, al día de hoy sigue sin saberse a ciencia cierta al menos la grafía “correcta” de esta radical, y por tanto es evidente que se hace necesario continuar con la evaluación de un aspecto relevante no sólo desde el punto de vista lingüístico, sino esencial para el conocimiento íntegro de los antiguos pobladores de lo que hoy día es el estado Mérida.

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